Es una de las enfermedades más frecuentes en perros, sobre todo de razas grandes.
2. ¿En qué consiste la enfermedad?
En un desajuste entre la cabeza del fémur y el acetábulo, es decir un mal engranaje de la articulación de la cadera. La cabeza femoral queda parcialmente fuera del acetábulo y la cadera no puede trabajar correctamente.
3. ¿Afecta más a unas razas que a otras?
Sí, la displasia de cadera prácticamente no existe en Galgos y sin embargo es muy frecuente en San Bernardo y Mastines. También es bastante común en el Pastor Alemán, el Golden Retriever y el Rottweiler entre otras razas.
4. ¿Cómo saber la gravedad de la displasia?
Existen varios grados de displasia, pero también hay diferentes maneras de medirlo, la más común es una radiografía que debe hacerse a los perros cerca del año de vida. Esta radiografía debe realizarse en una posición muy concreta y con la musculatura relajada, por eso normalmente es necesario anestesiar al perro.
5. ¿Cuáles son los síntomas?
Normalmente cojera en perros de 5 a 10 meses pero puede permanecer sin dar problemas durante la juventud y edad adulta y debutar con problemas importantes en el periodo geriátrico. El movimiento hacia los lados de las caderas, dificultad para subir o bajar escaleras o para sentarse/tumbarse suelen ser indicativos de problemas en las articulaciones como por ejemplo la displasia de cadera.
6. ¿Tiene algo que ver con la artrosis?
Son dos problemas distintos, pero la displasia de cadera, el desajuste de la articulación, puede provocar con el tiempo que esta articulación degenere y acabe padeciendo artrosis en la cadera. La artrosis es lo que duele, sobre todo en edad avanzada. La displasia puede ser en mayor medida la responsable que el perro haya desarrollado la artrosis.
7. ¿Existe tratamiento?
Hay varios tratamientos, diversas cirugías antes del año de vida y otros métodos como la prótesis de cadera cuando el perro es mayor y ha terminado el crecimiento.
También tenemos tratamientos paliativos como los antiinflamatorios o los protectores de cartílago (condroprotectores). En casos muy graves se puede poner una silla de ruedas canina y el perro sigue andando pero sin soportar la carga de su peso.
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